El 24 de septiembre de 1988 tras la carrera había conseguido diferentes contratos de patrocinadores. Sin embargo, en las muestras de orina de Johnson se encontraron restos de estanozolol y fue descalificado tres días más tarde. Perdió el récord del mundo y la IAAF le sancionó con dos años de inhabilitación, mientras que el ministro de deportes de Canadá le sancionó a perpetuidad.
El 2 de octubre en unas declaraciones, Johnson decía: "Soy inocente, nunca tomé sustancias dopantes conscienteme". El 28 de noviembre en Roma, dio otra entrevista en la que decía: "Sólo tomé ginseng, pero esto no mejoró mi rendimiento, eso lo hizo el talento". Más tarde, admitió haber usado esteorides durante la prueba en la que batió el récord del mundo en 1987, por lo que la IAAF también anuló su registro anterior.
Johnson y otros atletas se quejaron que se veían obligados a doparse para estar en igualdad de condiciones con otros atletas que también se dopaban. Aunque Johnson fue el único atleta que dio positivo en el examen, no es el único que consumió sustancias prohibidas ya que más tarde se descubrió que Christie también consumía esteroides.
El 12 de junio de 1989, Ben declaró que durante casi toda su carrera atlética había tomado anabolizantes. Tras estas declaraciones, el 5 de septiembre de 1989 la Federación Internacional de Atletismo decidió retirar a Johnson el título de campeón del mundo y el récord mundial de Roma. Por tanto, tuvo una sanción de dos años desde la carrera de Seúl.
Tras admitir que tomó sustancias prohibidas durante varios años, la IAAF le retiró todos sus títulos y sus marcas.
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